Reflexoterapia


Reflexología
Cómo es una sesión?
Beneficios

La reflexología es una técnica natural que sostiene que el mapa de nuestro cuerpo –sistemas, órganos, glándulas, entre otros– tiene zonas de reflejo que los representa. Dichas zonas serían, principalmente, los pies, las manos, la nariz y las orejas.
Hoy día prácticamente nadie duda de la interconexión que existe entre todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo y quizá se deba a ello el auge que, en la actualidad, tiene la reflexología.
Esta terapia se basa en la creencia de que su práctica tiene un efecto beneficioso sobre otras partes del cuerpo o que supone una mejora de la salud en general.
Tipos de reflexología
Aunque la reflexología podal y la facial son las técnicas de digitopresión más conocidas, existen otros muchos tipos. Entre ellos, encontramos:
·        Reflexología de la mano.
·        Reflexología de dedos y uñas.
·        Reflexología del cuero cabelludo.
·        Reflexología auricular (reflexología aplicada al pabellón auditivo).
·        Reflexología del abdomen.
·        Reflexología de la piel.

Orígenes de la reflexología
La reflexoterapia es un arte que comenzó hace aproximadamente cinco mil años en China y que forma parte de otras muchas culturas como son la egipcia, los hindúes, los pieles rojas, los mayas, los incas o los mapuches. También se conoce su presencia en ciertas tribus africanas y entre los indios nativos americanos.
En Europa, los primeros escritos sobre Reflexología datan del siglo XVI y los estudios modernos sobre esta terapia comenzaron en Occidente a principios del siglo XX con las publicaciones del doctor William Fitzgerald y de Eunice Ingham.
Ambos dividieron el cuerpo humano en diez zonas verticales, desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies, y de la cabeza hasta la punta de los dedos de las manos, y comprobaron que tras ejercer presión en distintos puntos en ciertas zonas del cuerpo, se podía aliviar el dolor de otras áreas.
En qué consiste una sesión de reflexoterapia
Durante la terapia, el reflexólogo, con el dedo pulgar y el índice, realiza una serie de presiones digitales, ejerce estímulos, movilizaciones y toques específicos en las zonas reflejas de la parte del cuerpo sobre la que se esté realizando la reflexoterapia.
En el caso de la reflexología facial, por ejemplo, y siguiendo el mapa zonal de la cara, si actuamos sobre la zona de la nariz estaremos mejorando la actividad del páncreas. Los puntos reflejos de la frente estarían vinculados a la vejiga y el intestino delgado y para mejorar la salud de nuestro corazón y de los riñones habría que estimular la parte superior e inferior de los ojos, respectivamente.
Es importante que la terapia la realice un experto en reflexología, que conozca a la perfección las áreas y puntos exactos que debe pulsar en cada momento en función de la patología que nos afecte. Ten en cuenta que, aunque inocua, existen algunas contraindicaciones a la reflexoterapia, como es el caso de las embarazadas, personas con problemas venosos, heridas, quemaduras…
Según los expertos, los resultados positivos para nuestro organismo se pueden apreciar de manera inmediata aunque de media son necesarias tres sesiones, siempre en función del tratamiento necesitado en cada caso. La duración estimada es de 50 minutos aunque pueden llegar hasta los 90..

Beneficios y críticas de la reflexología
Según los expertos en reflexoterapia, las repercusiones de una sesión de digitopuntura son tanto físicas como psicológicas. En el primer caso, mejora las defensas por su activación de las funciones linfáticas, favorece el metabolismo y la eliminación de toxinas, regula la digestión y potencia el equilibrio de la energía vital.
En el plano psicológico, aumenta la autoestima de la persona, ayuda a canalizar la energía negativa en positiva, regula los tiempos de vigilia y sueño, además de relajar y eliminar las tensiones acumuladas.
Resulta hasta cierto punto curioso que una terapia con cinco mil años de antigüedad sea considerada en ciertos círculos médicos y científicos como una pseudociencia. A pesar de ello, existen dos explicaciones que intentan avalar sus efectos beneficiosos sobre el organismo.
Por un lado, encontramos la explicación neurofisiológica que parte de la base de que todas las partes de nuestro cuerpo, ya sean músculos, piel, etcétera, están interconectadas. Un ejemplo de ello podría ser que en el pie hay 7.200 terminaciones nerviosas con extensas interconexiones, a través de la médula espinal, con el cerebro y con todo el cuerpo, lo que quizá explique por qué, generalmente, nos sentimos mucho mejor después de que nos traten los pies.
La segunda de estas explicaciones es la energética, la cual se sustenta en los principios de la acupuntura. Según esta teoría, el cuerpo humano es entendido como una manifestación energética. La energía circula a lo largo del cuerpo por unos canales llamados meridianos, en ellos hay una serie de puntos que se pinchan con agujas para regular la circulación de la energía corporal. Por consiguiente, si la enfermedad de un órgano ocasiona un desequilibrio energético, bastaría con actuar sobre los puntos interconectados con dicho órgano para reconducir la energía y mejorar así el estado de salud del paciente.